DEMÓCRITO de Abdera (Tracia) (ca. 460-370 antes de J. C.)
Discípulo de Leucipo, parece haber realizado numerosos viajes y, según cuenta Diógenes Laercio, haber estudiado «con algunos magos y caldeos que el rey Jerjes dejó por maestros a su padre cuando se hospedó en su casa». Aunque estuvo en Atenas, no se relacionó con los filósofos áticos de su tiempo, por lo cual permaneció relativamente ignorado, bien que Aristóteles se refiera a él, lo mismo que a Leucipo, con el mismo detalle que a los demás presocráticos, en su Metafísica y en otras obras. Decía Aristóteles (De gen. et cor., 315 a 35) que Demócrito «no sólo parece haber pensado cuidadosamente en todos los problemas, sino haberse distinguido del resto [de los filósofos] por su método». Los argumentos de Demócrito son, según el Estagirita, apropiados a su tema y derivados del conocimiento de la Naturaleza (ibid., 316 a 12), aun cuando —como indica en Met., Λ y Phys., I y II—