DIÁLOGO
El diálogo ha sido con frecuencia una forma de expresión filosófica o científico-filosófica; ejemplos al respecto hallamos en Platón, San Agustín, Cicerón, Galileo, Berkeley, Hume y, por supuesto, Sócrates (a través de Platón). A veces la forma del diálogo se halla oculta en un aparente discurso continuo. Así se ve en Plotino, que se pregunta y se responde a sí mismo con frecuencia en forma «dialógica».
El diálogo filosófico no es una forma literaria entre otras que pudiesen igualmente adoptarse; responde a un modo de pensar esencialmente no «dogmático», esto es, a un modo de pensar que procede «dialécticamente». Por eso hay una estrecha relación entre estructura dialógica y estructura dialéctica del pensar. Según Platón, el que sabe preguntar y responder es el práctico o especialista del diálogo, esto es, el «dialéctico» (Crat. 390 C), Platón sostiene que la contemplación por el alma de la realidad inteligible es