ABENARABI (Abū Bakr Muhammad bn ‘Alī Ibn ‘Arabi) (1164-1240)
Nac. en Murcia y se trasladó muy joven a Sevilla, viajando luego por el África del Norte y el Próximo Oriente; sus últimas residencias fueron Bagdad y Damasco, en cuya última ciudad falleció. Aunque Abenarabi tuvo conocimiento de Aristóteles, de Alfarabi y de Averroes, su pensamiento se orientó en la línea del neoplatonismo, con influencias de Abenhazam y, sobre todo, de Abenalarif. Siguiendo esta línea, Abenarabi destacó el caràcter puro y absoluto de Dios como unidad suprema y negó la posibilidad de toda analogia entre Dios y lo creado. Ello impide el conocimiento de Dios, pero no la posibilidad de una «ascensión mística». Abenarabi dividió todo ser en tres: el ser absoluto; el no ser absoluto o nada; y el ser intermediario, que se halla entre el ser absoluto y el no ser absoluto. Este último ser es el reino de la posibilidad de ser, situado más acá de la existencia y de