EMINENTE
Los escolásticos distinguen entre la perfección en sentido formal, en sentido virtual y en sentido eminente. La primera es la que está en un sujeto según su razón específica; la segunda es la que está en él contenida sin manifestación; la última es la que tiene el sujeto cuando la posee del modo más perfecto. A su vez, la perfección eminente puede ser entendida eminentemente-formalmente o eminentemente-virtualmente. La noción de eminencia es aplicada sobre todo a Dios; se habla entonces de eminencia ontológica, entendiendo por ella la que corresponde a la Persona divina cuando, comparada con la criatura, no ofrece similitud de especie o de género y trasciende todos los grados del ser creado. De ahí que se diga que en Dios se