ESPERANZA
El concepto de esperanza ha sido tratado por teólogos (especialmente por teólogos cristianos) con más frecuencia que por filósofos. Sin embargo, el estudio de este concepto tiene resonancias filosóficas.
Salvo incidentalmente, la esperanza no fue tema de especulación en la filosofía griega clásica. En cambio, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento aparece la idea de esperanza como un tema central. En el Antiguo Testamento la esperanza es descrita como la expectación ante la Promesa hecha a Abrahán; la esperanza está relacionada con la visión de la Tierra Prometida y de la Ciudad Nueva (cfr., por ejemplo, Is., 40 y sigs.; Ezeq., 40 y sigs.). Luego, la esperanza está ligada a la idea de la resurrección (Macab., II7). En el Nuevo Testamento no se encuentra el vocablo griego έλπίς (que se traduce por ‘esperanza’); la esperanza está inclusa en la fe, πίστις, en el Reino de Dios. En San Pablo (Heb., II 1) la