FACULTAD
Desde el momento en que se establecieron ciertas «divisiones» del alma se propuso lo que luego se ha llamado «la doctrina de las facultades (o potencias)». Así ocurrió con las «divisiones» propuestas por Platón, Aristóteles y los estoicos. Platón distinguía entre la potencia (o especie) racional, la concupiscible y la irascible (más o menos equivalente a razón, deseo y voluntad). Aristóteles distinguía entre dos partes fundamentales en toda alma: la vegetativa y la intelectiva. Esta última comprendía la potencia apetitiva y la contemplativa. Los estoicos distinguieron entre el principio directivo (hegemónico) de carácter racional, los sentidos, el principio espermático y el lenguaje. San Agustín distinguía entre memoria, inteligencia y voluntad (facultades del alma que «correspondían» a las propiedades divinas). Muchos escolásticos siguieron la clasificación aristotélica; las facultades o potencias (habilitates ad agendum)