FICCIÓN
En latín el verbo fingo [fingere] significa «modelar», «formar», «representar», y de ahí «preparar», «imaginar», «disfrazar», «suponer», etc. Las cosas pueden ser arregladas, modeladas, disfrazadas, y con ello se convierten en ficta. Se habla de fictus amor, o apariencia de amor, y de ficti dei, o falsos dioses. Las fictiones poetarum son las fábulas. Se habla asimismo de fictio voluntatis (Quintiliano) o pensamiento disfrazado. El término fictio ha sido asimismo empleado en la literatura jurídica en lengua latina para significar una ficción legal, sobre todo por el jurisconsulto Julio Paulo, a cuyos escritos recurrieron los autores del Digesto (Digesta o Pandecta, de Justiniano). Quintiliano empleó el término fictio en el sentido de suposición o hipótesis. Puede verse, pues, que ya en la Antigüedad se hizo uso de la noción de ficción. En algunos casos se equiparó la ficción con la suposición; en otros se equiparó con la