FUTURICIÓN
En su Teodicea (I, 37; Gerhardt, VI, 123-124), Leibniz trata de mostrar que la determinación de acontecimientos futuros no es incompatible con la libertad. Ello ocurre cuando semejante determinación «procede de la propia naturaleza de la Verdad» y también, y ante todo de la presciencia de Dios. Leibniz alude a quienes manifiestan que lo que se halla previsto no puede dejar de existir. Esto es cierto, afirma Leibniz, pero de ello no se sigue que sea necesario, «pues la Verdad necesaria es aquello cuyo contrario es imposible o implica contradicción». De este modo Leibniz distingue entre verdades necesarias del tipo que se acaba de indicar —verdades necesarias en sentido lógico— y verdades necesarias de otro tipo. Que yo escribiré mañana no es una verdad necesaria en sentido lógico, pues no es contradictorio que no escriba mañana. Sin