ANCILLA THEOLOGIAE
(Literalmente: «sirvienta de la teología»). Ha sido frecuente considerar que en la Edad Media la filosofía ha estado al servicio de la teología, pero ello puede entenderse de varios modos: 1) las verdades teológicas, los dogmas de la fe, etc., son «maestros» o «soberanos» y la filosofía —entendida a menudo como conocimiento racional— se halla subordinada a ellos, siendo, por tanto, «ancillaris» y actuando como fámula de la teología; 2) la filosofía ha tratado principal, si no exclusivamente, los problemas que han sido planteados por la teología o dentro de un cuadro conceptual teológico; 3) la filosofía se ha esforzado por dar razón de