ÍDOLO
El término εἴδωλα (en latín: idola) se traduce literalmente por ‘ídolos’. Si se adopta esta traducción literal habrá que llamar «ídolos» a los εἴδωλα de que hablaba Epicuro (y hasta a los simulacro, simulacros, de que hablaba Lucrecio). Hemos preferido el término ‘imagen’.
En el artículo sobre Francis Bacon nos hemos referido a los prejuicios que, según el citado filósofo, asaltan el espíritu de los hombres y de los que hay que librarse con el fin de llevar a cabo la auténtica «interpretación de la Naturaleza». Bacon habla de estos ídolos o «falsas nociones» en los aforismos xxxviii a lxii del «Primer Libro de Aforismos sobre la interpretación de la Naturaleza y el reinado del hombre» contenido en el Novum Organum, y los divide en cuatro: los idola tribu (ídolos de la tribu), los idola specus (ídolos de la cueva), los idola fori (ídolos del foro o del ágora) y los idola theatri (ídolos