JÁMBLICO, de Calcis (Siria) (ca. 240-325)
Enseñó, según algunos, en su ciudad natal, pero Bidez indica que lo más probable es que profesara en Apamea de Siria. Discípulo del peripatético Anatolio y del neoplatónico Porfirio, Jámblico es considerado uno de los «miembros» de la llamada «escuela siria» del neoplatonismo, de la cual formaron parte asimismo los discípulos de Jámblico, Dexipo y Sopatro de Apamea (véase Siria [Escuela de]), así como el discípulo de Porfirio y luego seguidor de Jámblico, Teodoro de Asine.
Influido no sólo por Porfirio y Plotino, sino también, y a veces más intensamente, por fuentes pitagórico-caldaicas místicas y numerológicas, Jámblico se caracteriza por acentuar los motivos místico-religiosos del neoplatonismo y por echar por la borda la tendencia a la racionalidad que había dominado gran parte de las especulaciones neoplatónicas. En efecto, mientras la religiosidad, el afán de salvación y la preparación