LOCURA
Ha sido frecuente considerar la locura como un delirio o furor que se apodera durante un tiempo de un hombre y le hace hablar o actuar en formas distintas de las usuales, o estimadas usuales, y, en todo caso, en formas extra-ordinarias. Ejemplos de este modo de concebir la locura los tenemos en muchas comunidades humanas, especialmente en las llamadas «primitivas». Aquí nos interesa, sin embargo, sobre todo el modo, o modos, como la locura y sus equivalentes o formas (delirio, furor, éxtasis, etc.) han sido concebidas por los filósofos o por autores que han influido, directa o indirectamente, sobre filósofos. Ahora bien, resulta que también los filósofos comenzaron por advertir el carácter de «posesión» de la locura, μανία. Más aún, la locura puede considerarse de dos modos: o como una enfermedad del cuerpo que se manifiesta «en el alma», o como una posesión del alma por algún «demonio». Sólo en este segundo sentido es la locura —el