APUESTA
Uno de los pasajes en los Pensamientos de Pascal que suscitan mayor interés entre los filósofos es el que plantea el problema de la apuesta (pari): se trata en él de la necesidad de apostar (poner) sobre la existencia de Dios. Necesidad, decimos, pues por un lado la razón no puede por sí sola pronunciarse en favor de uno de los dos términos de la siguiente alternativa: «Dios es [existe] o no es [no existe]», y por otro lado no se puede simplemente rehuir una elección.
La apuesta puede reducirse a los términos siguientes: 1) El que apuesta, apuesta lo que tiene: una vida, su propia vida. 2) Si apuesta esta vida para ganar dos, la apuesta vale ya la pena. 3) Si hay tres vidas para ganar, es ya imprudente no apostar la vida que se tiene. 4) Si el número de vidas que pueden ganarse es infinito, no hay más remedio que apostar. 5) El número infinito de vidas que se pretenden ganar en nuestro caso es la beatitud, es decir, una infinidad de dicha. 6)