MUTATIS MUTANDIS
Literalmente: cambiando lo que haya que cambiar. Esta no es una frase usada sólo por filósofos, pero algunos filósofos la han empleado con relativa frecuencia. Su función más general es cualificar algo que se enuncia. A veces, en su más vaga acepción, equivale a «aproximadamente», «más o menos», «hasta cierto punto». Más a menudo se emplea para indicar que puede adscribirse un predicado, P, a S, siempre que se introduzcan ciertos cambios en P, o que se entienda P de una manera algo distinta de lo usual. Así, si se dice que Dios es mutatis mutandis un ser activo,