NATURALEZAS SIMPLES
La expresión ‘naturalezas simples’ —traducción del latín naturae simplices— es conocida sobre todo por el uso que de ella hizo Descartes, pero se encuentran antecedentes escolásticos. Por ejemplo, Santo Tomás (S. theol. I, q. XIII, art. 9) habla de formas simples subsistentes por sí mismas (formae simplices per se subsistentes) afirmando que no pueden ser concebidas por nosotros como son en sí; se trata, en efecto, de formas que no son individuadas por algún «supuesto» (suppositum) ajeno, sino por sí mismas, de suerte que por sí no son comunicables ni realmente ni racionalmente. Las concebimos a la manera de los compuestos que tienen forma en la materia, dándoles nombres concretos por los cuales significamos su naturaleza como si se hallara en un supuesto. Lo mismo ocurre, escribe Santo Tomás, con los nombres usados para significar las naturalezas de las cosas compuestas y con los nombres que significan para nosotros (a nobis) las