NORMA, NORMATIVO
Durante un tiempo estuvo en boga considerar que ciertas disciplinas filosóficas —especialmente la lógica, la ética y la estética— son disciplinas normativas, esto es, disciplinas que no describen cómo las cosas son, esto es, cómo se piensa, o razona, cómo se actúa o cómo se hace una obra de arte o se juzga sobre ella, sino que prescriben cómo deben ser, es decir, cómo hay que pensar, o razonar, cómo hay que obrar (moralmente) o cómo hay que hacer una obra de arte o juzgar sobre ella. Este modo de considerar tales disciplinas filosóficas ha recibido a menudo el nombre de «normativismo».
El normativismo se ha opuesto al psicologismo y a lo que se ha estimado secuela del mismo: el relativismo. Contra el normativismo se ha alegado que o bien el sentar normas es un conjunto de estipulaciones o convenciones, o bien hay que admitir que las normas derivan de la estructura misma de los objetos considerados. En el primer caso, el