OPTIMISMO
En las Mémoires de Trévoux (febrero 1737) se introdujo el término optimisme o «sistema del optimum» para designar la doctrina defendida por Leibniz en la Teodicea: el Mal que puede encontrarse en la creación de Dios no debe ser juzgado aisladamente, sino en relación con la totalidad de la creación, la cual, en virtud de la infinita bondad de Dios, no puede ser mejor de lo que es. La creación es, pues, «óptima», esto es, el mundo es un optimum. El optimismo es en este caso el simple reconocimiento de la «optimidad» del mundo.
Voltaire tituló Candide, ou l’optimisme la novela en la que, entre otras cosas, se hace mofa de las ideas, o pronunciamientos, del doctor Pangloss, que se supone representa la concepción leibniziana, o derivada de Leibniz, y toda forma de «teodicea»: ante desgracias y crueldades en serie, el doctor Pangloss encuentra que todo anda bien, y que si no hubiera