PARADOJA

Etimológicamente, ‘para­doja’ παράδοξα significa «contrario a la opi­nión (δόξα)», esto es, «contrario a la opinión recibida y común». Cicerón (De fin., IV, 74) escribe: Haec παράδοξα illi, admirabilia dicamus, «lo que ellos [los griegos] llaman παράδοξα lo llamamos nosotros ‘cosas que maravillan’». En efecto, la paradoja maravilla, porque propone algo que parece asom­broso que pueda ser tal como se dice que es.

Se habla a menudo de «las paradojas de Zenón de Elea». En muchos textos filosóficos se encuentra la expresión ‘las paradojas de Zenón’. Siguiendo el uso todavía vigente en español, hemos adoptado para describir estas paradojas el término ‘aporía’. A ve­ces se usan ‘paradoja’ y ‘antinomia’ como si­nónimos. En ocasiones se considera que las llamadas «antinomias» son una clase especial de paradojas: las resultantes de una contradic­ción entre dos proposiciones, cada una de las cuales