PHILOSOPHIA PERENNIS
La expresión philosophia perennis procede de la obra de Agostino [Guido] Steuco (1497-1548), llamado a veces —por el lugar de su nacimiento, Gubbio— Eugubinus (Steuchus Eugubinus), titulada De perenni philosophia libri X, publicada en 1540 y dedicada al papa Pablo III. El autor entendía por philosophia perennis una filosofía que aspiraba a reconciliar la escolástica medieval con las doctrinas de los filósofos de la Escuela de Padua.
El nombre philosophia perennis empezó a cobrar celebridad entre los filósofos como resultado de una carta de Leibniz a Nicolás Remond (París), fechada el 26 de agosto de 1714. Leibniz escribía en ella: «La verdad se halla más difundida de lo que se cree, pero se halla a menudo demasiado compuesta, y también a menudo muy envuelta y hasta debilitada, mutilada, corrompida por añadidos que la echan a perder o la hacen menos útil. Si se pusieran de relieve esas huellas de la verdad en los antiguos o