PROCESIÓN
La relación entre lo Uno y las realidades de él emanadas, así como, en general, entre las realidades de orden superior y las de orden inferior, es, según Plotino, como una irradiación, περίλαμψισ. Lo superior irradia, en efecto, sobre lo inferior sin perder nada de su propia substancia, al modo de la luz que se derrama sin perderse, o del centro del círculo que apunta, sin moverse, a todos los puntos de la periferia. Como dice en las Eneadas (V, i, 7), todos los seres producen necesariamente a su alrededor, por su propia esencia, una realidad que tiende hacia lo exterior y depende de su poder actual. Se trata, pues, de una proyección en forma de una «imagen». Esta forma especial de comunicación y proyección es la procesión, πρόοδος, según la cual se realiza la emanación de las hipóstasis. Esta procesión es, en cierto modo, una «desviación» (En., I, viii, 7), o, si se quiere un «debilitamiento por transmisión». Sin embargo, no