SUICIDIO
Muchos filósofos se han ocupado de los problemas, especialmente morales, que plantea el suicidio. Un grupo de filósofos se ha inclinado a apoyar la prohibición legal del suicidio, ciertas sanciones religiosas contra el suicidio o, por lo menos, la muy difundida actitud crítica, y aversión social, respecto al suicidio. Otro grupo de filósofos ha buscado justificaciones del suicidio. Dentro de cada uno de estos dos grupos ha variado la intensidad de la oposición o de la aquiescencia a la idea de suicidio, manifestándose, de una parte y de otra, reservas o citándose posibles casos excepcionales. Ha variado asimismo el tipo de argumentos presentados. Pero, en general, hay una línea bastante bien marcada entre filósofos hostiles y filósofos favorables a la idea de suicidio.
En el Fedón, Cebes se extraña de que Sócrates describa al filósofo, por un lado, como alguien que no solamente acepta de modo sereno la muerte, sino que inclusive