SUMAS
El vocablo Summa fue usado en el siglo XII para designar una colección de sentencias. Ejemplo de ella es la Summa sententiarum atribuida a Hugo de San Victor. No se trataba de una mera yuxtaposición de sentencias. Tal yuxtaposición, anterior a la Summa, fue conocida con los nombres de Sententiae y de Florilegio. Carecía de plan de exposición, en tanto que la Summa de sentencias tenía un plan propio y constituía una de las formas de expresión sistemática de las principales proposiciones teológicas y de los problemas implicados en ellas. Los autores de Sumas de sentencias reciben con frecuencia el nombre de sentenciarios, entre ellos destacaron Honorio de Autún, Anselmo de Laon, Alejandro de Hales, Roberto de Melum, Roberto Pullus, Pedro Cantor y, sobre todo, el magister sententiarum Pedro Lombardo. Ahora bien, las Sumas en sentido propio fueron inclusive más que colecciones ordenadas y sistematizadas de