TOLERANCIA
Muchos filósofos han considerado que el perseverar en la propia opinión a despecho de razones contra ella es una manifestación de dureza y rigidez. Así, Santo Tomás escribe que el que persiste en su propio juicio es llamado metafóricamente «rígido» y «duro»: Ille autem qui in suo sensu perseverat, rigidus et durus per similitudinem vocatur (S. theol. III, Supp. q. 1, a 1, resp.: citado por Charles S. Singleton en su comentario a la Divina Commedia, «Purgatorio», canto XXVII, en relación con el uso por Dante de duro, así como de durezza en «Inferno», Canto XXVII, 56). A esta actitud se la puede llamar «intolerancia», y a la contraria «tolerancia».
Un uso más circunscrito de ‘tolerancia’ es el que surgió al llamarse de este modo la actitud adoptada por algunos autores durante las guerras religiosas de los siglos XVI y XVII con vistas a conseguir una convivencia entre los católicos y los protestantes. Posteriormente ha adquirido el