TRABAJO
Es usual contraponer la filosofía del trabajo sustentada durante la Antigüedad clásica y en parte durante la Edad Media con la que ha ido predominando poco a poco en los tiempos modernos. Según esta contraposición, mientras los antiguos y muchos medievales consideraban el trabajo —en el sentido del trabajo manual, βαναυσία, o ars mechanica— como algo degradante para el hombre, e inferior a la σχολή, al otium, a la vida contemplativa por un lado, y a la actividad militar, por el otro, los modernos han llegado inclusive a una divinización del trabajo que se ha expresado en algunos pueblos (como, según Scheler, en Alemania) por una verdadera «manía de trabajar por trabajar», sin consideración por los fines. Tal contraposición es en gran parte justa. La comprobamos en múltiples manifestaciones de filósofos y escritores, por ejemplo, en Aristóteles, cuando declara (Pol., 1328 b y otros textos) que el trabajo manual es una