VIDA
Muchos filósofos antiguos distinguían entre la vida como vida «orgánica», entendida asimismo como el principio vital o «vitalidad»; y la vida como la manera en que vive el hombre. A la primera llamaron ζωή, a la segunda βίος.
La vida orgánica, ζωή, no era entendida sólo como la existencia biológica. En la medida en que la Naturaleza está «animada», es «viviente» y, en este sentido, es «orgánica». Dentro de la vida orgánica, entendida en este amplio sentido, se halla el ímpetu, θυμός, y también el alma, ψυχή, como principio del movimiento de cada ser viviente.
La vida como modo humano de ser era principalmente la vida «práctica». Esta incluía asimismo la vida «moral», entendida como el vivir de acuerdo con las mejores costumbres y normas de convivencia social. El término, βίος puede extenderse hasta comprender la «vida teórica», βίος θεῶρετικός, por la cual se entendió la más alta forma de