VÍNCULO
Este término desempeña un papel en la historia de la filosofía, sobre todo por la teoría leibniziana del vínculo substancial (vinculum substantiale). El jesuíta Des Bosses había planteado a Leibniz, en una carta fechada el mes de septiembre de 1709, el problema de cómo podría mantenerse el dogma de la presencia real de Cristo en la Eucaristía dentro de una concepción puramente fenomenalista de la materia. Una serie de cartas se cruzaron al respecto entre Des Bosses y el filósofo (1709-1716; cfr. Gerhardt, II, 388 y sigs.; también VI, 595). En una de estas cartas (5 de febrero de 1712, Gerhardt, II, 438) Leibniz perfiló sus opiniones al respecto, pero bajo una formulación generalizada del problema de la relación entre substancias simples para la formación de un compuesto substancial. Según Leibniz, hay varias formas de relación (tales como la coexistencia y la acción recíproca), pero hay, además, una «relación real más perfecta»