BIOLOGÍA

Como muchas de las cien­cias, lo que se llama hoy «biología» fue una de las «ramas» de la filosofía. En Grecia, los filósofos se ocuparon de cuestiones biológi­cas. Un ejemplo entre los presocráticos fue Empédocles. A Aristóteles se deben numero­sas investigaciones biológicas: las llamadas «historias» (o «estudios») de los animales y de las plantas. Ello incluía no solamente des­cripciones y clasificaciones —es decir, lo que luego se llamó «historia natural»—, sino tam­bién conjeturas (por ejemplo, conjeturas rela­tivas a procesos genéticos). Los estudios bio­lógicos de Aristóteles fueron continuados por Teofrasto y ocuparon un lugar importante en el trabajo de muchos peripatéticos.

Aunque la biología o la «historia natural» era una parte de la «física» como estudio de la Naturaleza, la primera tendía a ser menos «conceptual» y más experimental que la se­gunda. La importancia de las divisiones, cla­sificaciones y