AFECCIÓN, AFECTAR
Hemos tratado de la afección, en el sentido del affectus, en el artículo sobre la emoción. Aquí nos referiremos exclusivamente a la afección en el sentido de la affectio. Los escolásticos distinguían entre dos clases de afección: la externa, procedente de causas exteriores, y la interna, derivada de principios interiores o íntimos. La afección era aquí, en todo caso, el resultado de la influencia de una «impresión» sobre la mente y, por lo tanto, una forma de la «excitación». No de una manera muy diferente entendía Kant el afectar como el hecho de que el objeto —cualquiera que sea— influya sobre el sujeto. Así, dice Kant, «la sensibilidad es la capacidad de