CIENCIA MEDIA
Los teólogos han tratado el problema de la intelligentia Dei o de la scientia Dei bajo el aspecto de los atributos divinos. En tal sentido han entendido ante todo que Dios posee la ciencia en modo perfectísimo. De ahí que el objeto primario de esta ciencia sea la esencia divina, es decir, el propio Dios, en tanto que el objeto secundario son las ideas divinas. El problema de la «relación» entre Dios y las ideas, así como, y sobre todo, el problema de lo que se ha llamado «la divina presciencia de los futuros» —esencial para comprender la cuestión de la libertad humana—, está, pues, incluido en la scientia Dei. El concepto de ciencia media ha sido forjado precisamente para responder a algunas de las mayores dificultades planteadas al respecto. Ya hemos visto varias de ellas en nuestra descripción de la noción de futurible. Digamos ahora sólo que los teólogos han distinguido en la cuestión que nos ocupa entre la llamada ciencia de simple